La cirugía endoscópica de columna vertebral es una técnica reciente mínimamente invasiva que se utiliza para tratar determinadas patologías de la columna vertebral. A diferencia de la cirugía tradicional, que requiere de incisiones mayores, abordando así a la musculatura paravertebral, este procedimiento utiliza pequeños instrumentales y técnicas especiales para acceder a la columna vertebral a través de incisiones menores a tres centímetros.
Se utiliza un endoscopio, un tubo delgado con una cámara y una luz en su extremo, para visualizar la zona afectada en la columna vertebral a abordar. Mediante estos instrumentos de trabajo, se realiza la resolución de diferentes patologías, tales como hernias de disco o estenosis del canal espinal, sin tener que realizar grandes incisiones.
Las ventajas de este procedimiento incluyen menor dolor postoperatorio, logrando así una recuperación más rápida y una menor probabilidad de complicaciones, como pueden ser las infecciones del sitio quirúrgico.
Es importante remarcar que no todos los pacientes son candidatos para este tipo de cirugía y se necesitan evaluaciones individuales para determinar si la cirugía endoscópica es la mejor alternativa de tratamiento para cada caso.